Georg Büchner: La muerte de Danton

Julie. ¿Tú crees en mí?
Danton. ¿Qué sé yo? Sabemos cada cual tan poco del otro. Somos paquidermos; nos tendemos las manos, pero no sirve de nada. Apenas llegamos a restregarnos las corazas. Estamos muy solos.
Julie. Si tú me conoces, Danton.
Danton. Sí, lo que corrientemente se llama conocer. Tienes los ojos oscuros, el pelo rizado, el cutis suave y siempre me estás diciendo Georg, cariño. Pero (señalándole a ella la frente y los ojos) ahí, ahí ¿qué hay ahí detrás? Quita, mujer, quita; para torpes, nuestros sentidos. ¿Conocernos? Tendríamos que levantarnos la tapa de los sesos y arrancarnos mutuamente los pensamientos de entre las fibras del cerebro.

Georg Büchner: La muerte de Danton.