contracampo

Marcel Broodthaers - La Souris écrit rat (A Compte d'auteur) 1974Marcel Broodthaers: La Souris écrit rat (A Compte d’auteur), 1974

NIÑO PORTÁTIL

En contracampo también,

ya no es un sueño,

las yeguas de la noche
comían hierba en mí.

…vigía y
todos como nadie suben
heliotropo de su sangre.

Huéspedes de una edad parecida a la infancia
pero que contiene todavía el habla
que desconocimos.

Y allí nos reúne el miedo a que la palabra sea
su implacable presencia de custodio
en la pesadilla.

Un caracol dormido
que hacia sí mismo sube,

y aunque se rebela como una baba plateada
y laberíntica,
otra voz lo lame.

¿Llueve?

El viento viene a barrer suavemente las cosas.

Arturo Carrera: Potlatch, Amargord, Madrid, 2010, p.54

arquitectura

Helen Levitt- NY, 1940Helen Levitt: NY (1940)

LOS ELEMENTOS QUE COMPONEN un poema -las imágenes, los pensamientos, las metáforas, las comparaciones, los pasajes neutros- todo eso debe ensamblarse y estructurarse de tal manera que el poema, como unidad con existencia propia, no pierda entidad ni autonomía. Entonces, cuando los poemas empiecen a cobrar mayor dimensión, cuando tengamos que enfrentarnos a una composicion mayor, va poco a poco abriéndose paso, en mi opinión, el factor de la forma. Dicho de otra manera, un poema que ocupa un libro entero no puede ser simplemente un texto largo. Debe tener una cierta arquitectura. Doy énfasis a esto para ampliar la noción de la forma poética tal como la entendíamos hasta el presente.

La noción de la forma, tal como nos ha sido entregada por la tradición occidental, no ha variado. Existía el soneto, existía la balada, y cualquiera que fuese el sujeto del poema, ya fuera la naturaleza, ya fuera el amor, debía caber en el mismo molde. Eso es exactamente lo que nosotros hemos negado y abolido. Y ello muchos no lo comprenden, cuando, de algún modo, me reprochan haber vuelto hacia una especie de culto a la forma. No es culto a la forma, es arquitectura. Igual que en una casa grande, la puerta o la entrada principal deben estar en el medio y las ventanas repartidas a la derecha y a la izquierda, así debe ser también una composición como To Áxion Estí o María Nefeli, que tienen la extensión de un libro entero. Así adquieren sus fundamentos y su solidez.

Dicho esto, cada poema engendra su propia forma en función de su contenido. No existe límite alguno, como en la antigua noción de forma que permite encerrar el poema dentro de un determinado esquema, dentro de una determinada botella. Cada poema, en función de su naturaleza, te inspira una forma, a la cual habrás de someterte. Esto que podrá parecer una gran dificultad para el poeta, en el fondo, no lo es. Valéry sostenía que la rima ayuda al poeta puesto que, gracias a ella, no avanza en el vacío, sabiendo que debe terminar con la misma rima, y, en consecuencia, le inspira el contenido del verso siguiente. Lo mismo sucede también aquí: el hecho de que debas plegarte a una cierta forma arquitectónica, te obliga a utilizar ciertos modos de expresión y ciertos tipos de versificación.

Naturalmente, todos estos son detalles que conciernen al poeta; el lector no debe percibirlos, y es un fallo del poeta si son tan evidentes que el lector los distingue de inmediato. El lector debe estar completamente absorbido por el sentido. Hay que tener en cuenta el hecho de que la arquitectura es necesaria sencillamente para dar solidez a la obra.

Odysseas Elytis: Autorretrato en lenguaje oral, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, Cádiz, Trad. de Nina Anghelidis, 2005, pp. 101-105

comprender

Peter Hujar- Hudson River (1975)

Peter Hujar: Río Hudson (1975)

MURIÓ ESTA CIUDAD

Murió esta ciudad. Los tranvías azules
gimen en las curvas, la muchedumbre gris nerviosa no cabe
en las calles, de los neones surgen voces de colores, son voces
polvo y humo de los tubos de escape. Esta ciudad murió desde que comprendiste
lo fácil que resulta morir. Se equivocan aquellos que la ven
en los brillos, el estrépito, de acuerdo con el espíritu de las Escrituras y el Maestro
que se burla de que eso llegará en las patitas de un gato, se equivocan
en cuanto a la forma. No están preparados: están a media palabra, con una carta sin enviar, con una
mujer insuficientemente amada, con un oculto pecado que se hará mortal. Nadie está
preparado. Amar lo que está condenado. No existe otro amor.
Despedirse de cada uno como si fuera para siempre
significa ser bueno, perdonar. No hay que dejar nada para mañana
no hay que ahogar las palabras grandes e importantes, puede que no haya tiempo, que no haya
espacio. Ya no habrá
otro amor. Esta ciudad está
en todas partes.

Bronislaw Maj, en Poesía Polaca Contemporánea, de Czeslaw Milosz a Marcin Halas, Selección, traducción y edición de Fernando Presa González, Rialp, Madrid, 1994, pp 152-153.

Algunos poemas más

de verdad

Sandro Botticelli, Dante and Beatrice in the second planetary sphere of Paradise, 1481-1495Sandro Botticelli: Dante and Beatrice in the second planetary sphere of Paradise (1481-1495)

Pero aquellos

a quienes

una vez

de verdad amamos

para siempre

están en nosotros.

 

H. A. Murena: El demonio de la armonía (1964), citado por Alejandra Pizarnik en Silencios en movimiento: Revista Sur, Nº 294, Buenos Aires, mayo-junio de 1965

 

imprevisible

Gustave Le Gray- Le Soleil au Zénith Normandie, (1856-1857)Gustave Le Gray: Le Soleil au Zénith, Normandie (1856-1857)

El mar no existe. Cuando hablamos del mar, en realidad, estamos hablando de nosotros mismos. Vengativo, imprevisible, tranquilo… Las olas del mar no son más que las olas de posesión y desprendimiento del querer vivir.

Santiago López Petit: Horror vacui. La travesía de la Noche del Siglo, Siglo XXI, Madrid, 1996, p. 60

el verso

Marrie Bot, Geliefden-Timeless Love, 2004Marrie BotTimeless Love (2004)

LA RED

Lo que sostengo, lo que no invento, lo que prometo,
lo que las palabras y las playas perpetúan
en la alegría verde del amor,
me devuelve los caminos y el comienzo,
¡es alegre comienzo!

La fauna dilacerada refugiada en el verso,
el silencio de piedra de las horas perdidas,
consienten otra vez aquella distancia
en la que encuentro el palacio de mis siete años,
y las puertas monumentales traspasadas
sólo por la infancia mortal de una belleza mortal
como Londres, de tarde, a fines de noviembre.

Lo que sostengo, lo que descubro y no invento,
lo que repito exaltadísimo,
recuerda a veces la red potente
que se deshace, sólo en apariencia,
para el que equivocadamente espera,
para quien nunca se sentó en medio del camino,
para los que no sonríen por casualidad,
y no se destruyen en un ritual necesario
como las voces puras de la media noche del mar.

Lo que sustento, lo que no invento, lo que prometo
es la alegría limpia de las lisas planicies de visiones de luz insoportable.
Lo que prometo es lo que he visto, testigo y nada más.
Canto lo que existió y existirá, gloria suprema
de los dioses, no mía.

Londres, 11.1.54

*

A REDE

O que eu sustento, o que eu não invento, o que eu prometo,
o que as palavras e as praias perpetuam
na alegria verde do amor,
devolve-me as estradas e o princípio,
o alegre princípio!

A fauna dilacerada refugiada no verso,
o silêncio de pedra das horas perdidas,
deixam outra vez aquela distância
onde encontro o palácio dos meus sete anos
e as portas monumentais ultrapassadas
só pela infância mortal duma beleza mortal
como Londres à tarde nos finais de Novembro.

O que sustento, o que eu descubro e não invento,
o que eu repito exaltadíssimo,
lembra às vezes a rede potente
que se desfaz, só na aparência,
para os que esperam duma forma errada,
para os que nunca se sentaram no meio da estrada,
para os que nunca sorriem por acaso,
e não se destroem num ritual preciso
igual às vozes puras da meia noite do mar.

O que eu sustento, o que eu não invento, o que eu prometo
é a alegria límpida das lisas
planícies de certas visões insuportáveis de luz.
O que eu prometo é o que eu vi, testemunha e nada mais.
Eu canto o que existiu e existirá, glória suprema
dos deuses e não minha.

Londres, 11.1.54

 

Alberto de Lacerda:  de Aventura, en en Antología de la poesía portuguesa contemporánea, Tomo II, Madrid, Júcar, (trad. Ángel Crespo), 1982, pp. 149-151

 

nosotros

us two

Wherever I am, there’s always Pooh,
There’s always Pooh and Me.
Whatever I do, he wants to do,
«Where are you going today?» says Pooh:
«Well, that’s very odd ‘cos I was too.
Let’s go together,» says Pooh, says he.
«Let’s go together,» says Pooh.

«What’s twice eleven?» I said to Pooh.
(«Twice what?» said Pooh to Me.)
«I think it ought to be twenty-two.»
«Just what I think myself,» said Pooh.
«It wasn’t an easy sum to do,
But that’s what it is,» said Pooh, said he.
«That’s what it is,» said Pooh.

«Let’s look for dragons,» I said to Pooh.
«Yes, let’s,» said Pooh to Me.
We crossed the river and found a few-
«Yes, those are dragons all right,» said Pooh.
«As soon as I saw their beaks I knew.
That’s what they are,» said Pooh, said he.
«That’s what they are,» said Pooh.

«Let’s frighten the dragons,» I said to Pooh.
«That’s right,» said Pooh to Me.
«I’m not afraid,» I said to Pooh,
And I held his paw and I shouted «Shoo!
Silly old dragons!»- and off they flew.

«I wasn’t afraid,» said Pooh, said he,
«I’m never afraid with you.»

So wherever I am, there’s always Pooh,
There’s always Pooh and Me.
«What would I do?» I said to Pooh,
«If it wasn’t for you,» and Pooh said: «True,
It isn’t much fun for One, but Two,
Can stick together, says Pooh, says he. «That’s how it is,» says Pooh.

Alan Alexander Milne

herman-hesse-cat

Herman Hesse

micheletsonchatnoirMichel Foucault

Edward-Gorey y gatos

Edward Gorey

Cortázar y gato

Julio Cortázar

Patti-Smith y gato

Patti Smith

André-Bazin y gatoAndré Bazin

Mau

[aprenderé a no tener miedo sin ti]

Gran Teatro Amaro: Air a danser

realidad

Man Ray- Objeto indestructible
Man Ray, Objeto indestructible*

«Todo lo que pueda decir acerca del amor ha sido ya dicho. Huida, instante, abandono, donación… Creer que repitiéndolo lo reinvento es un consuelo que no puede satisfacer. Sé que, en el fondo, no podré salir de la trivialidad. Más exactamente: sé que tengo que salir de ella para volver a ella. Con el peligro de caer en el ridículo. Porque toda carta de amor tiene que ser necesariamente ridícula. La trivialidad, que se mantiene a lo largo del tiempo, ha sido hoy recubierta con la obviedad. Cuando las referencias se han venido abajo en esta noche del siglo, el amor resulta ser la última instancia productora de sentido. Más necesario que nunca y, a la vez, imposible en una sociedad construida sobre lo efímero. Todos queremos amar y ser amados, y si no es así nos sentimos profundamente desgraciados. El amor es una de las caras de la movilización total de la vida por lo obvio. Como tal contribuye a crear esta realidad en la que sobrevivimos. La obviedad, que es el peso de la realidad, debe ser destruida, para poder alcanzar la verdad del amor que subsiste en su trivialidad.
(…)
Hablar de amor exige inventar un lenguaje.
(…)
El amor da más realidad.»

Santiago López Petit: Amar y Pensar: El odio del querer vivir, Bellaterra, Barcelona, 2005 65-71

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*En  1923 Man Ray tituló a esta obra Objeto para ser destruido; más tarde cambió el título por Objeto de destrucción; finalmente, en 1963, la tituló Objeto indestructible. No sólo el título de la obra cambió.