extraviarse

Angus McBean: Vivien Leigh as Aurora (1938)

UN ARTE

El arte de perder no es difícil de aprender;
tantas cosas parecen querer extraviarse
que perderlas no acarrea ningún desastre.

Pierde algo todos los días. Acepta la confusión
de perder llaves de puertas, un rato malgastado.
El arte de perder no es difícil de aprender.

Practica entonces perdiendo más y más rápido:
lugares y nombres, y adondequiera que tenías pensado
viajar. Nada de eso acarreará un desastre.

Perdí el reloj de mi madre. ¡Y fíjate!, la última
o la penúltima de mis tres casas del alma se ha esfumado.
El arte de perder no es difícil de aprender.

Perdí dos encantadoras ciudades. Y aun más vastos,
algunos dominios, dos ríos, un continente.
Los echo de menos, pero no fue ningún desastre.

Aun al perderte (la voz burlona, un gesto
que adoro) no debí mentir. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil de aprender
aunque pueda parecerse (¡Escríbelo!) a un desastre.

*

ONE ART

The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.

—Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.

Elizabeth Bishop: de Geografía III (1976), en Antología poética, Visor, Madrid, Trad. de Orlando José Hernández, 2003, pp. 156-157

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