Max Ernst: Birds; also: Birds, Fish Snake and Scarecrow, 1921
*
Responder al desafío de las cosas al lenguaje. Por ejemplo, estos claveles desafían al lenguaje. No pararé hasta no haber reunido unas palabras ante cuya lectura o audición se deba necesariamente exclamar: se trata de algo como un clavel.
¿Hay poesía aquí? Nada sé acerca de ello, y poco importa. Para mí es una necesidad, un compromiso, es cólera y asunto de amor propio, eso es todo.
*
No me pretendo poeta. Considero mi visión muy común.
Dada una cosa -ya sea la más ordinaria- me parece que siempre presenta cualidades verdaderamente particulares sobre las que, si fueran clara y simplemente expresadas, habría una opinión unánime y constante: son éstas las que busco aislar.
Francis Ponge: El clavel, en La rabia de la expresión, Icaria, Barcelona, 2001, p.72
_______
(a ti.)
Pensaba más bien lo contrario: en lugar de hacer reconocible el clavel, tratar de mostrar lo que no es clavel en el clavel. Decir, de algún modo, contra lo que las cosas son. No esperar la opinión unánime, sino la sospecha (¿constante?).
¿Cuándo un clavel?
El original continúa y responde:
«Elijo como temas no sentimientos o aventuras humanas sino los objetos más indiferentes posibles… en que se me revela (instintivamente) que la garantía de la necesidad de expresión se encuentra en el mutismo habitual del objeto.
…A la vez la garantía de la necesidad de expresión y garantía de oposición a la lengua, a las expresiones comunes.
Evidencia muda que puede oponerse.»
Quizás, la experiencia de la mudez. La avispa, la mimosa, el pinar. La cólera de decir. El clavel, entonces.
_ _ _
*La avispa, La mimosa, El cuaderno del pinar, son algunos de los poemas-investigaciones recogidos en La rabia de la expresión. En el estudio previo a la obra, Miguel Casado hace referencia a los episodios de afasia que se sucedieron a lo largo de la vida del autor y le impidieron, entre otras cosas, superar los exámenes de entrada en la universidad.
28/06/2013