nada más

Joan Miró- Pintura (Cabeza y araña) 1925Joan Miró: Pintura (Cabeza y araña), 1925

Esta mañana

Esta mañana pasaba algo. Un poco de nieve
en el suelo. El sol flotaba en un cielo
azul claro. El mar era azul, y azul verdoso,
hasta donde alcanzaba la vista.
Escasamente agitado. Tranquilo. Me vestí y fui
a dar un paseo –decidido a no volver
hasta coger lo que la naturaleza tenía que ofrecer.
Pasé junto a unos árboles viejos, abatidos.
Crucé un prado salpicado de piedras
donde se amontonaba la nieve. Seguí
hasta llegar al acantilado.
Desde allí miré el mar, y el cielo, y
las gaviotas revoloteando sobre la blanca playa
allá abajo. Todo encantador. Todo bañado por una fría
y pura luz. Pero, como siempre, mis pensamientos
empezaron a dispersarse. Tuve que obligarme
a ver lo que estaba viendo
y nada más. Tuve que decirme esto es lo que
importa y nada más. (¡Y lo estuve viendo,
durante un minuto o dos!) Durante un minuto o dos
eso se impuso sobre las meditaciones habituales acerca de
lo que estaba bien y lo que estaba mal –deber,
tiernos recuerdos, ideas de muerte, de cómo debería tratar
a mi antigua mujer. Todas las cosas
que esperaba que se fueran esta mañana.
Las que vivo cada día. Las que
he pisoteado para seguir vivo.
Pero durante un minuto o dos me olvidé
de mí mismo y de todo lo demás. Sé que lo hice.
Pues cuando me di la vuelta, no sabía
dónde estaba. Hasta que algunos pájaros se alzaron
de los nudosos árboles. Y se alejaron volando
en la dirección que yo necesitaba.

Raymond Carver: Bajo una luz marina, Visor, Madrid, traducción Mariano Antolín Rato, 2005, pp.33-34

*

This Morning

This morning was something. A little snow
lay on the ground. The sun floated in a clear
blue sky. The sea was blue, and blue-green,
as far as the eye could see.
Scarcely a ripple. Calm. I dressed and went
for a walk — determined not to return
until I took in what Nature had to offer.
I passed close to some old, bent-over trees.
Crossed a field strewn with rocks
where snow had drifted. Kept going
until I reached the bluff.
Where I gazed at the sea, and the sky, and
the gulls wheeling over the white beach
far below. All lovely. All bathed in a pure
cold light. But, as usual, my thoughts
began to wander. I had to will
myself to see what I was seeing
and nothing else. I had to tell myself this is what
mattered, not the other. (And I did see it,
for a minute or two!) For a minute or two
it crowded out the usual musings on
what was right, and what was wrong — duty,
tender memories, thoughts of death, how I should treat
with my former wife. All the things
I hoped would go away this morning.
The stuff I live with every day. What
I’ve trampled on in order to stay alive.
But for a minute or two I did forget
myself and everything else. I know I did.
For when I turned back i didn’t know
where I was. Until some birds rose up
from the gnarled trees. And flew
in the direction I needed to be going.

obreiro

Luis Seoane- Cristo obreiro (1975)

Luis Seoane: Cristo obreiro crucificado (1975)

EL OBRERO EN EL MAR

En la calle pasa un obrero. ¡Qué firme anda! No tiene blusa. En el cuento, en el drama, en el discurso político, el dolor del obrero está en su blusa azul, de grueso paño, en las gruesas manos, en los pies enormes, en los sinsabores enormes. Ése es un hombre común, apenas más oscuro que los otros, y con una significación extraña en el cuerpo, que carga designios y secretos. ¿Adónde va él pisando así tan firme? No lo sé. La fábrica quedó atrás. Adelante sólo está el campo, con algunos árboles, el gran anuncio de gasolina americana y los cables, los cables, los cables. Al obrero no le sobra el tiempo para darse cuenta de que ellos llevan y traen mensajes, que hablan de Rusia, de Araguaia, de los Estados Unidos. No oye, en la Cámara de Diputados, al líder de la oposición vociferando. Camina por el campo y apenas nota que allí corre agua, que más adelante hace calor. ¿Adónde va el obrero? Tendría vergüenza de llamarle mi hermano. Él sabe que no es, nunca fue mi hermano, que no nos entenderemos nunca. Y me desprecia… O tal vez sea yo mismo quien me desprecie a sus ojos. Tengo vergüenza y ganas de enfrentarlo: una fascinación que casi me obliga a saltar por la ventana, a caer frente a él, a interrumpirle la marcha. Ahora está caminando en el mar. Yo pensaba que eso fuese privilegio de algunos santos y navíos. Pero no hay ninguna santidad en el obrero, y no veo ruedas ni hélices en su cuerpo, aparentemente banal. Siento que el mar se ha acobardado y lo dejó pasar. ¿Dónde están nuestros ejércitos que no impidieron el milagro? Pero ahora veo que el obrero está cansado y que se mojó, no mucho, pero se mojó, y peces escurren de sus manos. Veo que se vuelve y me dirige una sonrisa húmeda. La palidez y confusión de su rostro son la misma tarde que se descompone. Dentro de un minuto será de noche y estaremos irremediablemente separados por las circunstancias atmosféricas, yo en tierra firme, él en medio del mar. Único y precario agente de ligación entre nosotros, su sonrisa cada vez más fría atraviesa las grandes masas líquidas, choca contra las formaciones salinas, las fortalezas de la costa, las medusas, atraviesa todo y viene a besarme el rostro, a traerme una esperanza de comprensión. Sí, ¿quién sabe si algún día lo comprenderé?

*

O OPERÁRIO NO MAR

Na rua passa um operário. Como vai firme! Não tem blusa. No conto, no drama, no discurso político, a dor do operário está na blusa azul, de pano grosso, nas mãos grossas, nos pés enormes, nos desconfortos enormes. Esse é um homem comum, apenas mais escuro que os outros, e com uma significação estranha no corpo, que carrega desígnios e segredos. Para onde vai ele, pisando assim tão firme? Não sei. A fábrica ficou lá atrás. Adiante é só o campo, com algumas árvores, o grande anúncio de gasolina americana e os fios, os fios, os fios. O operário não lhe sobra tempo de perceber que eles levam e trazem mensagens, que contam da Rússia, do Araguaia, dos Estados Unidos. Não ouve, na Câmara dos Deputados, o líder oposicionista vociferando. Caminha no campo e apenas repara que ali corre água, que mais adiante faz calor. Para onde vai o operário? Teria vergonha de chamá-lo meu irmão. Ele sabe que não é, nunca foi meu irmão, que não nos entenderemos nunca. E me despreza… Ou talvez seja eu próprio que me despreze a seus olhos. Tenho vergonha e vontade de encará-lo: uma fascinação quase me obriga a pular a janela, a cair em frente dele, sustar-lhe a marcha, pelo menos implorar lhe que suste a marcha. Agora está caminhando no mar. Eu pensava que isso fosse privilégio de alguns santos e de navios. Mas não há nenhuma santidade no operário, e não vejo rodas nem hélices no seu corpo, aparentemente banal. Sinto que o mar se acovardou e deixou-o passar. Onde estão nossos exércitos que não impediram o milagre? Mas agora vejo que o operário está cansado e que se molhou, não muito, mas se molhou, e peixes escorrem de suas mãos. Vejo-o que se volta e me dirige um sorriso úmido. A palidez e confusão do seu rosto são a própria tarde que se decompõe. Daqui a um minuto será noite e estaremos irremediavelmente separados pelas circunstâncias atmosféricas, eu em terra firme, ele no meio do mar. Único e precário agente de ligação entre nós, seu sorriso cada vez mais frio atravessa as grandes massas líquidas, choca-se contra as formações salinas, as fortalezas da costa, as medusas, atravessa tudo e vem beijar-me o rosto, trazer-me uma esperança de compreensão. Sim, quem sabe se um dia o compreenderei?

Carlos Drummond de Andrade: Sentimento del mundo, Hiperión, Madrid, Traducción Adolfo Montejo Navas, 2005, pp. 36-39

Máis sobre o Cristo obreiro crucificado e outras obras de Luis Seoane.

el espacio

Paul Klee- Highway and Byways 1929Paul Klee: Caminos principales y secundarios (1929)

681] La ley que soporta el espacio, éste debería ser el título justificado de uno de mis cuadros futuros.
Hoy todavía no he alcanzado ese punto, y por lo pronto respondo a la pregunta de «¿Ama usted a la naturaleza?» con «La mía, sí».
No se castiga a lo que está lejos. Los defectos que se ridiculizan deben existir en mínimo grado también en nosotros mismos. Sólo entonces la obra será un trozo de nuestra carne. Hace falta escardar el jardín.

Paul Klee: Diarios 1898-1918, Alianza, Madrid, 1999, p. 147

John Sparks: The Histomap, New York (1931)

masas

Joan-Colom.-La-calle.-1958-1961.Joan Colom: La calle (1958-1961)

MIS ESTATUAS

Tengo mis estatuas. Los siglos me las legaron: los siglos de mi expectativa, los siglos de mis desalientos, los siglos de mi indefinida, de mi inextinguible esperanza la hicieron. Y ahora están allí.
Como antiguos vestigios, apenas si alguna vez comprendo el sentido de lo que representan.
Su origen me es desconocido y se pierde en la noche de mi vida, donde sólo  sus formas han sido preservadas del inexorable barrido.
Pero están allí, y cada año su mármol se endurece más, blanco contra el fondo oscuro de las masas olvidadas.

*

MES STATUES

J’ai mes statues. Les siècles me les ont léguées : les siècles de mon attente, les siècles de mes découragements, les siècles de mon indéfinie, de mon inétouffable espérance les ont faites.
Et maintenant elles sont là.
Comme d’antiques débris, point ne sais-je toujours le sens de leur représentation.
Leur origine m’est inconnue et se perd dans la nuit de ma vie, où seules leurs formes ont été préservées de l’inexorable balaiement.
Mais elles sont là, et durcit leur marbre chaque année davantage, blanchissant sur le fond obscur des masses oubliées.

 

Henri Michaux: , de Pruebas, exorcismos (1945), en Antología poética 1927-1986 (trad. Silvio Mattoni), Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, p.95

la intención

Georg Baselitz, The Great Friends, 1965Georg BaselitzDie Grossen Freunde (Los grandes amigos, 1965)

Nocturno

Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.

¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo, y cuál será la intención de los papeles que se arrastran en los patios vacíos?

Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras, y en que las cañerías tienen gritos estrangulados, como si se asfixiaran dentro de las paredes.

A veces se piensa, al dar vuelta la llave de la electricidad, en el espanto que sentirán las sombras, y quisiéramos avisarles para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones. Y a veces las cruces de los postes telefónicos, sobre las azoteas, tienen algo de siniestro y uno quisiera rozarse a las paredes, como un gato o como un ladrón.

Noches en las que desearíamos que nos pasaran la mano por el lomo, y en las que súbitamente se comprende que no hay ternura comparable a la de acariciar algo que duerme.

¡Silencio! -grillo afónico que nos mete en el oído-. ¡Cantar de las canillas mal cerradas! -único grillo que le conviene a la ciudad-.

Buenos Aires, noviembre, 1921.

Oliverio Girondo:  de Veinte poemas para leer en el tranvía, en: Obras. Poesía, Losada, Buenos Aires, 1998, pp. 67-68

sobre forma y contenido

Jean Baptiste Edouard Detaille- Le Rêve (1888) Edouard Detaille: Le Rêve (1888)

SI SEPARÁIS LA FORMA DEL CONTENIDO…

Si separáis la forma del contenido, no sois artistas que crean.
La forma es el sentido del contenido, el contenido la esencia de la forma.

*

TRENNT IHR VOM INHALT DIE FORM…

Trennt ihr vom Inhalt die Form, so seid ihr nicht schaffende Künstler.
Form ist vom Inhalt der Sinn, Inhalt das Wesen der Form.

Hugo von Hofmannsthal: Poesía lírica, seguida de Carta de Lord Chandos, Igitur, Montblanc, 2002, Trad. Olivier Giménez López, p.221