Anne Sexton
(1928-1974)
Acompañada de ángeles
Estaba cansada de ser mujer,
cansada de cucharadas y cazuelas,
cansada de mi boca y mis pechos,
cansada de cremas y de sedas.
Aún había hombres sentados a la mesa,
en círculo alrededor del cuenco que ofrendaba.
El cuenco estaba lleno de uvas violeta
y las moscas lo sobrevolaban atraídas por el aroma
y hasta mi padre llegó con su hueso blanco.
Pero estaba cansada del género de las cosas.
Anoche tuve un sueño
y le dije…
“Eres la respuesta,
Sobrevivirás a mi marido y a mi padre.”
En aquel sueño había una ciudad hecha de cadenas
en la que Juana era ejecutada con ropa de hombre
y la naturaleza de los ángeles seguía inexplicada,
no había dos de la misma especie,
uno con una nariz, uno con una oreja en su mano,
uno masticando una estrella y grabando su órbita,
cada uno como un poema obedeciendo a sí mismo,
haciendo las tareas de Dios,
un pueblo aparte.
“Vosotros sois la respuesta.”
dije, y entré,
tumbada a las puertas de la ciudad.
Luego ataron las cadenas a mi cuerpo
y perdí mi género neutro y mi aspecto final.
Adán estaba mi izquierda
y Eva estaba a mi derecha,
ambos del todo incompatibles al mundo de la razón.
Entrelazamos nuestros brazos
y cabalgamos bajo el sol.
Ya no era una mujer,
ni una cosa o la otra.
Oh hijas de Jerusalén,
el rey me ha traído a su cámara.
Soy negra y hermosa.
Me han abierto y desvestido.
No tengo brazos o piernas.
Como un pez soy de una sola piel.
No soy más mujer
que Cristo fue un hombre.
Febrero de 1963
Anne Sexton, Vive o muere, Vitruvio, 2008
(trad. Julio Mas Alcaraz)
[el original]