la boca del poema

Jacek Malczewski: La muerte de Elena (1906-7)

ALGO SIN NOMBRE

Algo que no tiene nombre
y que nunca lo tendrá
busca tal vez mover estas palabras
para que sean portadoras de clemencia.
Si en ellas floreciese la rosa del vacío
o el incendio que fertiliza el grito
o la suave tempestad de las arterias
o si un relámpago calcinado en su trayecto
le diese la más evidente claridad.
Una herida no cesa en el silencio blanco
y no asciende a la boca del poema.
¡Si el agua aquí se hiciese arquitectura
y la sed el fuego la danza el infortunio
se reuniesen en en un solo latir de sílabas
y en un leve edificio se abriese la sombra desnuda!

António Ramos Rosa: Facilidad del aire, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 1998, Trad. de Clara Janés, p. 111

atraviesa las murallas

Federico Zandomeneghi: En la cama (1878)

LA PALABRA

La palabra es la semejanza y la diferencia
o la salvaje unidad incendiada
que en verticales vislumbres se anticipa,
reuniendo la evidencia y la distancia
en piedras o nubes luminosas.
Y ya en el espacio se forma como espacio
y en la ausencia habitable se rezaga
en nombres que en las vértebras del sol nacen
y liberan las sombras bajo las piedras.
Y el poema es ahora constelación de sangre
o un río de pulsos y de oscuras puertas
que atraviesa las murallas de la nocturna lengua.

António Ramos Rosa: Facilidad del aire, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 1998, Trad. de Clara Janés, p. 35

pasar

HORST P. HORST. Edith Sitwell, New York, 1948

PASAR

Será un breve pasar entre la ceniza y el viento.
Una suave tentativa, un tenue soplo
a las puertas del silencio. Una pérdida
de todo, del propio sentido y del deseo.
Ser nada pero habitar el instante y sus murmullos
en la infinita dispersión. Entre ruinas,
en los confines de una tierra cenicienta
donde las nubes y los árboles se confunden,
todo tiene sabor a destino y a principio,
a plenitud o nada. Y la palabra vibra
silenciosa, unánime, casi ebria
de un dios vegetal entre cigarras.
El mar ya centellea. El exilio casi cesa.
Lo que es breve perdura en grávida levedad.

*

PASSAGEM

Será uma breve passagem entre a cinza e o vento.
Uma suuave tentativa, um ligeiro sopro
às portas do silêncio. Uma perda
de tudo, do própio sentido e do desejo.
Ser nada mas habitar o instante e os seus murmúrios
na infinita dispersão. Entre ruínas,
nos confins de uma terra acinzentada
em que as nuvens e as árvores se confundem,
tudo tem sabor a destino e a princípio,
a plenitude ou nada. E a palavra vibra
silenciosa, unânime, quase ébria
de un deus vegetal entre cigarras.
O mar xintila já. O exílio quase cessa.
O que breve perdura em grávida leveza.

António Ramos Rosa: Facilidad del aire, ediciones del oriente y del mediterráneo, Madrid, trad. de Clara Janés, 1998, pp.18-19

aquí

'Untitled' (Body Tracks), 1974 'Sin título' (Rastros del cuerpo)Ana Mendieta: Sin título (Rastros del cuerpo, 1974)

 

ES AQUÍ: QUIZÁS UNA CIUDAD

 

Es aquí: quizás una ciudad.
Pero sin nadie.
Es aquí donde no estoy, corro, camino, espero,
me detengo de pronto. Escucho. ¿Palpo
un tronco ancho, una respiración?
Aquí, sin cuerpo.

Pero insisto: es una ciudad.
¿O es ella, la ciudad, o la respiración,
o es el tronco ancho en medio de ella?
Es el cuerpo que no existe todavía.
E insisto: un chorro de aire.
Despierta, ¿muévete, cuerpo, ciudad, tronco,
una sola respiración posible?

No lo sé: quizás sea una ciudad.
Alguien solo que respira y no tiene cuerpo.
Y el tronco caliente en que posar la mano
y lentamente abrir el espacio.
¿Mas quién respira? ¿Quién mueve el brazo
de un cuerpo que todavía no existe?

Y si la ciudad existe, el tronco existe,
en vano designo lo que en vano existe.
Pero es en lo vano del cuerpo donde respiro
el cuerpo que busco en esta ciudad.
Y el silencio que se cava junto al tronco
me abre el espacio de ese cuerpo vano.
Aquí es donde intento y corro, espero, camino.
Es aquí: quizás una ciudad.

*

É AQUÍ: TALVEZ UMA CIDADE

 

É aquí: talvez uma cidade.
Mas sem ninguém.
É aquí que não estou, corro, caminho, espero,
paro de súbito. Esuto. Palpo
um tronco largo, uma respiração?
Aqui, sem corpo.

Mas insisto: é uma cidade.
Ou é, ela a cidade, ou a respiração,
ou é o tronco largo do meio dela?
É o corpo que não existe aínda.
E insisto: uma golfada de ar.
Adorda, move-te, corpo, cidade, tronco,
uma só respiração possível?

Eu não sei: é talvez uma cidade.
Alguém só que respira e não tem corpo.
E o tronco calmo onde pousar a mão
e lentamente abrir o espaço.
Mas quem respira? Quem move o braço
de um corpo que ainda não existe?

E se a cidade existe, o tronco existe,
em vão designo o que em vão existe.
Mas é no vão do corpo que respiro
o corpo que procuro nesta cidade.
E o silencio que se cava junto ao tronco
abre-me o espaço desse corpo vão.
Aqui é que eu tento e corro, espero, caminho.
É aqui: talvez uma cidade.

 

António Ramos Rosa: de Estoy vivo y escribo sol, en Antología de la poesía portuguesa contemporánea, Tomo II, Madrid, Júcar, trad. Ángel Crespo, 1982, pp. 130-131

la página

Ana Mendieta, Silueta series, 1970sAna Mendieta: Siluetas series, 1978

 

ENTRE LAS RAÍCES

Dedos articulados a través de las hojas,
hojas sobre hojas, en un espacio verde, abierto
al cuerpo que suelta el ojo a la lengua
blanda flecha horadando grietas,
bichos lentos, fetos del aire, líneas fluídas,
palpo cabeza a ras del suelo, camino, inscribo,
con la saliva, las finas raíces perceptibles,
troncos visibles en las fronteras de agua.

Avanzo, caracol, la larga cama salivando,
raspando hierbas, pisando el suelo, en la tierra árida
con sus bancales de tinieblas y de silencio, donde no hay
ni rostro ni figura, camino tan sólo de insectos,
larga cabeza suspendida sobre el huevo del silencio.
la mano acostada escucha, una rodilla en un surco,
largamente inmóvil –he aquí el dorso de la tierra.

Es el barco de hierbas, la rotación lentísima
que tu mano recibe de la tierra y a la tierra imprime,
es el horizonte abierto que tu rostro absorbe,
es la página que tu cuerpo surca con el rumor de la piedra sobre el surco,
es el cuerpo que solloza en el surco, se desliza suelto,
deleita duna adunándose a la tierra,
un barco, un caracol saliendo de las raíces.

*

ENTRE AS RAÍZES

Dedos articulados através das folhas,
folhas sobre folhas, num espaço verde, aberto
ao corpo que solta o olho à língua,
branda flecha perfurando frestas,
bichos lentos, fetos de ar, linhas fluídas,
palpo cabeça, rente ao chão, caminho, inscrevo,
com a saliva, as finas raízes perceptíveis,
troncos visíveis nas fronteiras de água.

Avanço, caracol, a longa cama salivando,
raspando ervas, calcando o solo, na terra árida
com seus canteiros de treva e de silêncio, onde não há
nem rostro nem figura, caminho só de insectos,
longa cabeça suspensa sobre o ovo do silencio.
A mão deitada escuto, um joelho hum sulco,
longamente imóvel -eis o dorso da terra.

É o barco de ervas, a rotação lentíssima
que a tua mão recebe da terra e à terra imprime,
é o horizonte aberto que o teu rosto absorve,
é a página que o teu corpo sulca com o rumor da pedra sobre o sulco,
é o corpo que soluça sobre o solo, desliza solto,
deliciada duna adunando-se à terra,
um barco, um caracol saíndo das raízes.

Antonio Ramos Rosa: de La construcción del cuerpo, en Antología de la poesía portuguesa contemporánea, Tomo II, Madrid, Júcar, trad. Ángel Crespo, 1982, pp. 132-133

Ana Mendieta - Untitled (Silueta Series)Ana Mendieta: Siluetas series, 1973-77

la otra cara

Ana Mendieta- Sin título (Facial Hair Transplant), 1972

Ana Mendieta, Sin título (Facial Hair Transplant), 1972

Ana Mendieta- Sin título (Facial Hair Transplant), 1972

LA MUJER SIN

Tú eres la mujer ahora sin la música
sin los espejos y los cabellos
sin palabras como párpados o espaldas
sin hombres
desnuda
pero sin vientre
sin pubis
sin sexo
extenuada en la página desierta
derribada como un grito
contra el muro
presa por un sollozo en la pared
brotando como una llama oscura
en busca de otros nombres
que no recuerden el agua
de tu cuerpo
que no vean sino la ceguera
de ese instante
blanco
en el que viste la otra cara de la distancia
el abismo de la otra cara de las palabras.

*

A MULHER SEM

Tu és a mulher agora sem a música
sem os espelhos e os cabelos
sem palavras como pálpebras ou espáduas
sem ombros
nua
mas sem ventre
sem púbis
sem sexo
extenuada na página deserta
derrubada como um grito
contra o muro
presa de un soluço na parede
rompendo como uma chama escura
en busca de outros nomes
que nâo lembrem a água
do teu corpo
que nâo vejam senâo a ceguerira
desse instante
branco
em que viste a outra face da distância
o abismo da outra face das palavras.

Antonio Ramos Rosa: de La nube sobre la página, en Antología de la poesía portuguesa contemporánea, Tomo II, Madrid, Júcar, 1982, pp. 140-141