zarpar

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Helena Almeida: Desenho (1999)

…nuestro corazón rebosa agradecimiento, sorpresa, presentimiento, expectativa, por fin el horizonte vuelve a aparecernos libre, suponiendo incluso que no sea luminoso, por fin nos es lícito volver a zarpar con nuestros barcos, a zarpar dispuestos a afrontar cualquier peligro; toda osadía del que conoce vuelve a estar permitida, el mar, nuestro mar vuelve a estar abierto ante nosotros, y quizá no haya habido nunca un mar tan «abierto».

F. Nietzsche: §343, en Quinto Libro, Nosotros los sin miedo, en La gaya ciencia, Edaf, Madrid, 2011, [trad. Jose Carlos Mardomingo]

quizá nunca un espacio tan blanco

presentimiento

Deja un pensamiento